Con la mirada encendida por Julio César Chávez y la casta de Guaymas en sus puños, Marco Antonio Cota Moreno —de 23 años— se perfila como una de las jóvenes apuestas del boxeo mexicano, listo para convertir la ilusión de niño en protagonismo real sobre el cuadrilátero.
La historia de Marco Cota Moreno tiene todas las piezas de una película de barrio: un niño que soñaba frente al televisor viendo a Julio César Chávez, la decisión de enfundarse guantes y transformar la inocencia en disciplina.
Nacido en Guaymas, Sonora, Cota pasó por una brillante etapa amateur (condecorado en la Olimpiada Nacional) y dio el salto al profesional muy joven; hoy figura en los listados oficiales de boxeo como prospecto mexicano de seguimiento.
En el terreno profesional, su desarrollo fue acompañado por la World Cup Boxing Series y varias presentaciones que lo colocaron en la mira: su paso por la gira de la WCBS y combates frente a rivales regionales le dieron cartel y aprendizaje, mientras plataformas como BoxRec y Tapology lo registran entre los peleadores a observar dentro de la nueva camada sonorense.
Esa experiencia —y la preparación en Panda Boxing, donde encontró un plus en su formación— lo han hecho un peleador valiente, con hambre de rivales de peso y de estelarizar noches completas.
El contexto del boxeo mexicano en estas semanas muestra un calendario activo: funciones y campeonatos que mantienen el foco en México y en plazas internacionales —desde eventos avalados por el CMB hasta combates que ingresan al radar mediático—, escenario donde un peleador como Cota puede escalar si capitaliza buenas actuaciones y suma respaldo promocional.
En la agenda reciente aparecen carteleras importantes y funciones con aval de organismos, lo que abre ventanas para prospectos y para apuestas jóvenes que quieran dar el salto a ocasiones mayores.
Marco lo dice claro: esto es su vida. Con 23 años y la humildad de quien aún sueña, traza rivales y objetivos a corto plazo: subir la escalera por pasos, estelarizar su primera función y, sobre todo, pelear —siempre— hacia adelante.
Para la afición mexicana que gusta de las historias con raíz y de los peleadores que llevan nombre del pueblo, Marco Cota Moreno representa esa mezcla de pasado (la inspiración de Chávez) y futuro (una nueva generación con hambre).
Estaremos pendientes de su próxima noche: si cumple con la ambición, la promesa podría convertirse en realidad.
