Julio César Chávez Jr. está de vuelta. Pero no el Chávez Jr. de las dudas ni del escándalo. El que vemos ahora es otro. Con la mirada fija, con las palabras filosas, y con la promesa firme de que el 28 de junio no sólo va a ganar… va a callar bocas.
“¡No soy un youtuber, soy un excampeón mundial!”, lanzó sin filtros. Así, directo. Y agregó: “Jake Paul no sabe lo que es meterse con un peleador mexicano. Esto no es un show, esto es boxeo… y lo va a aprender a la mala”.
Jake Paul, por su parte, ha hecho lo suyo: hablar fuerte, burlarse, provocar. Pero esta vez no tendrá enfrente a un debutante ni a una leyenda retirada. Tendrá a un Chávez con hambre, con historia, y con una deuda pendiente… consigo mismo.
Porque no se trata sólo de ganarle a Jake Paul. Se trata de recuperar algo que muchos creían perdido. Y Chávez Jr. lo sabe. Lo siente. Lo dice:
“Estoy entrenando como hace años no lo hacía. No hay forma de que ese tipo me gane. Esta vez no me voy a fallar”.
La mesa está puesta. Los guantes se están ajustando. Y si cumple lo que promete, esta podría ser la noche donde el hijo de la leyenda… por fin, haga su propia leyenda.
